Los registradores homenajean a dos trabajadores

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Los registradores homenajean a dos trabajadores

septiembre 14, 2018 Noticias

Valencia, 14 de septiembre de 2018

 

La Junta Autonómica de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de la Comunitat Valenciana entregó ayer tarde sendas Medallas al Mérito del Colegio de Registradores de España a José González Vercher y Ana Mª Llora Rausell, empleados de los registros de la propiedad de Sueca y Aldaia, respectivamente.

Esta distinción se concede a aquellos empleados de los registros de la Comunitat Valenciana que han prestado especiales servicios en favor de la función registral, y que han destacado por su ejemplar labor profesional. La entrega de medallas se celebró en la sede del Decanato Autonómico de Registradores de la Comunitat Valenciana, en un acto público que contó con la participación de registradores y miembros de la Junta Autonómica, compañeros y familiares. La imposición corrió a cargo de la decana autonómica, Begoña Longás. A la finalización se ofreció un pequeño catering a los asistentes.

Dos trayectorias distintas

José González entró a trabajar en el registro de Sueca en la década de los setenta. Desde entonces presta allí sus servicios, habiendo adquirido la categoría de oficial en 1986. Durante este tiempo ha ocupado todos los puestos existentes en esa oficina, adaptándose a los cambios normativos que obligan a prestar cada vez más servicios. Dada su inquietud por la informática, inició una base de datos sobre resoluciones de la Dirección General, legislación, estudios que afectaban al ámbito registral y modelos complejos del programa de gestión de los registros de la propiedad. Se trata de una persona en permanente formación que destaca por su trabajo y por su compromiso con sus compañeros y con la institución registral.

Por su parte, Ana María Llora es licenciada en Derecho desde 1988. Cursó estudios para la oposición de registrador de la propiedad, mercantil y bienes muebles, y se incorporó al equipo de trabajo del registro de la propiedad de Aldaia en 1991. De excelente formación jurídica, reforzada en su caso por la asistencia a multitud de cursos tanto a nivel interno (del Decanato) como externo, destaca su labor de apoyo y asesoramiento a sus compañeros y su actitud siempre positiva en relación a la institución registral. Trabajadora incansable, alcanzó la categoría de oficial en 1996.

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